martes, 9 de diciembre de 2008

Licenciatura en tareas del hogar


Bueno, ya acosté a mi bb, barrí, trapeé, lavé ropa, encendí un incienso de lavanda y ahora puedo escribir con calma y tranquilidad.

Sé que insisto en esto de las tareas que tengo como ama de casa y creo que lo hago porque es todo un tema para mí. El libro que estoy leyendo me ha hecho reflexionar aún más sobre ello.

De niña siempre estuvo mi mamá encargándose de todo, mi casa estaba limpia, la comida hecha, mi ropa lavada y doblada en su lugar, y lo único que en cuanto a limpieza era mi obligación, era ordenar mi cuarto. Confieso que nunca fuí muy eficiente, ni pronta para hacerlo. Me daba una flojera enooooorme acomodar las cosas de la manera organizada que mi mamá pedía.

Luego en mi adolescencia, mientras vivíamos con mi abuela, seguí con mis malos hábitos, en un acto simultáneo de rebeldía y desconocimiento sobre lo que implica mantener ordenada una casa.

Hasta que me casé, comencé a darme cuenta del inmenso trabajo que hacen todos los días muchísimas mujeres en todas partes... y pensar que ahora tenemos tanta tecnología y menos hijos que antes, así como esposos más conscientes que los de antaño.

La verdad no sólo crecí con la idea de que yo era peor que un cero a la izquierda en esto del trabajo hogareño, sino además me parecía un trabajo engorroso y sin títulos qué presumir, digo, nadie se presenta en una reunión diciendo con gran orgullo -Hola, soy Yvalú y tengo una especialidad en lavado y planchado de ropa, máster en barrido y trapeado de pisos, así como un diplomado en aseo de hogar a detalle, bla, la, bla.-

Eso es lo injusto de ésta labor que se desempeña sin sueldo, prestaciones ni vacaciones: usualmente no es valorada en su justa medida hasta el momento en que a uno le toca hacerlo.

Es por eso que cada avance que tengo, y esos días en que logro que mi casa se vea arreglada, la ropa limpia, doblada y guardada, hechas las comidas (sanas y balanceadas) y esté yo guapa y de buen humor, los celebro en mi corazón con infinito orgullo.

Casi casi quisiera que me dieran un trofeo por mis esfuerzos y arduos trabajos, jijiji.


Es interesante explorar el hecho de que a pesar de que la calidad de vida y oportunidades del sexo femenino han tenido grandes avances, aún parece pesar mucho en la opinión que se tiene de una mujer (ella incluida) su capacidad para desempeñarse como MADRE, ESPOSA y AMA DE CASA eficiente y habilidosa. Sin importar los talentos y éxitos que la dama coseche en otras áreas de su vida, si no "cumple" adecuadamente con estos roles "sagrados", es casi seguro que la sociedad la vea con malos ojos y la etiquete de manera negativa; ejemplo:

Que la dichosa dama es científica prominente...-Uy, pero ya viste como tiene su casa?

¡¡¡UFFFF!!!!


Por lo pronto, aunque tengo mucho por aprender y en algunas de mis tareas no soy todo lo eficiente que quisiera, hago lo que puedo y creo que es más que suficiente! Estoy aprendiendo a ver mis vacíos con mayor tolerancia y comprensión y sobre todo, a ver todo el paquete, y no medir mi valía en base sólo a lo "chicha" o "maleta" que soy para llevar mi hogar.


¿Ya vieron que adorable ayudante tengo?

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