lunes, 6 de abril de 2009

EcoLÓGICAMENTE


Estoy embarcada en nuevos proyectos: aprendiendo a escucharme más, tenerme paciencia y entender que los cambios requieren tiempo, un proceso gradual que los haga verdaderamente afianzarse sobre los viejos hábitos y cimentarse apropiadamente. Estoy concentrándome todo lo que puedo (y me acuerdo jiji), en vivir el presente, estar en el momento verdaderamente y no viajando en mi mente hacia el futuro, o rumiando las cosas pasadas que no salieron como quería.

Estoy sumamente concentrada, entusiasmada y comprometida con una nueva versión de mí misma que incluye actos coherentes con mi incipiente pero creciente conciencia ecológica, sin embargo, he ahí que suelo ponerme expectativas descomunales y casi casi quiero comerme el mundo de un bocado por lo que termino sintiéndome indigesta, así que...

CALMA, calma, calma.

Ayer que fuimos a comprar los víveres para la semana, llevé mis bolsas ecológicas, que, francamente, son insuficientes para las frutas y verduras que suelo adquirir, pero, al menos ya comencé. Estoy por ir a comprar telas para mandar hacer más bolsas reusables y con mayor resistencia para que mis comestibles estén seguros y libres de magulladuras, no quiero que se caigan!

También dejé de comprar las muy prácticas pero poco ecológicas toallas de papel y próximamente sustituiré las servilletas de papel por las de tela, que representan un ahorro en pesos y una pequeña ayuda para el planeta.

Ahora estoy averiguando acerca de un desodorante hecho de piedra de alumbre, que parece ser la octava maravilla, pero...¿será?

Ya no uso detergente para lavar la ropa, hace tiempo que limpio mi casa con agua, vinagre y bicarbonato, y así, poco a poquito me voy iniciando en este proceso de sensibilización hacia el medio ambiente, sustituyendo los productos comerciales, caros y contaminantes, con otros menos dañinos y mucho más económicos.

Me gusta mucho! Me siento muy contenta y satisfecha de sentir que estoy haciendo algo aunque sea pequeñito, para contaminar menos y para escapar ligeramente de esta fiebre de consumismo en la que me había embarcado. Uno piensa que no, pero al darme cuenta de cómo viven otras personas cuyos hábitos de consumo son mucho menores que los míos, veo que en realidad se puede vivir de manera mucho más sencilla y menos dependiente de la publicidad, y de la mercadotecnia.

Ahora bien, tengo tareas que hacer, porque me doy cuenta de que en esta búsqueda intensa, de repente siento el impulso de comunicar a otros mis recientes descubrimientos, sin embargo, el hecho de que a mí me sirvan e interesen o incluso enorgullezcan, no significa que los demás quieran recibir dicha información, o que sientan el mismo entusiasmo que yo al respecto.

No quiero convertirme en una de esas personas que andan repartiendo consejos y sermones no pedidos y que se creen el "no va más" de los buenos hábitos o lo que sea.

Por otra parte, necesito concentrarme en apreciar los pequeños cambios que voy realizando e ir añadiendo poco a poco nuevos hábitos benéficos para mí y mi familia, con la tranquilidad de saber que si cambio de opinión, está bien y siempre puedo redireccionar mi rumbo.

Sigo buscando, informándome y abriéndome a nuevas ideas, probando cosas distintas y explorando posibilidades antes desconocidas, hurra!

1 comentario:

Elena dijo...

Hola Yvalú,entre a darte las gracias por seguir mi blog q en momentos creo q nadie le y me encontre con esto,me encanta saber q alguien mas recorre el mismo camino q yo,la manta es buenisima para hacer bolsas,aguanta mucho,tanto peso como lavadas.
Espero sigamos es contacto,un abrazo y gracias por leerme =D