viernes, 29 de mayo de 2009

De vuelta

Ya VOLVÍ! No tenía idea de que esta desidia por postear había durado tanto!
Me he mantenido enfrascada en leer, leer, leer y leer toneladas de información proveniente de la blogósfera, páginas acerca del vegetarianismo, veganismo, parto respetado, crianza natural, mamás, arte, inspiración y 50,000 cosas más como suele pasarme de vez en diario, así que cuando finalmente mi cerebro hacía una especie de pausa y mis ojos pedían una tregua inmediata so pena de ponerse en huelga, veía la hora y me decía -Imposible postear ahorita, se me va a hacer tardísimo....- Luego entonces, toda prudencia y solemnidad, procedía a apagar mi computadora y a ronronearle a Morfeo para ver si tomaba un atajo a la tierra de los sueños.
O sea, porrrr favorrrrr! Qué tanto es tantito si ya me quedé hasta la 1 de la madrugada saturando mis neuronas?
Valga decir a mi favor que he encontrado cosas realmente interesantes que me han hecho reflexionar muuuucho, aunque no sé si se deba a mi maravillosa capacidad de GOLD INFORMATION DIGGER o a la estrategia de buscar tanta madre en el internet, que a algo bueno le tiene que pegar uno de vez en cuando!
INTERRUPCIÓN PARA AMAMANTAR AL FRUTITO DE MIS ENTRAÑAS (como dice Germán Dehesita)
Ya perdí el hilo, en fin, se me hizo muy tarde de nuevo y eso que mi peque nos despertó a las 6:30am. habiéndome dormido a las 2 de la madrugada, qué dolorrrr!
No escarmiento parece.
El otro día fuimos al bazar a buscar libros, ustedes no lo saben pero ir ahí es toda una odisea para nuestra pequeña familia, exige toda clase de planificaciones y arreglos que a veces postergan el feliz encuentro entre mi personita y los libros por semanas...
Pues bien, mi peque y su padre se fueron a la biblioteca mientras yo me dirigí al bazar feliz de contar con una hora completa y en soledad para escoger libremente los libros que me interesaban. Llegué y oh prodigio! había un montón de libros nuevos esperando ser leídos por mua... ágil y sin demora procedí a hacer una pila de todos los que por alguna razón avivaban mi curiosidad y, casi al término de mi tiempo disponible tenía cerca de 15 libros formando una torre bamboleante que me estaba emocionando tanto como la perspectiva de una dotación de chocolates con cereza y licor para un año!
Llegan el papá y el retoño apurándome porque ya era hora de devolver la camioneta prestada y yo hice una rapidísima y última elección para reducir la glotona cantidad de volúmenes, por fin fuí a la caja para que me dijeran cuántos maravillosos libros me podía llevar a cambio de una Sor Juanita, cuando, mi sonrisa desdibujose al darme cuenta de que en los primeros cuatro que entregué ya se había agotado mi presupuesto!
Yo soy una cliente asidua del bazar, representa un lujo y un genuino y anticipado deleite ir a surtirme de unos cuantos libros usados, por un precio módico. He aumentado en diversas ocasiones su acervo con mis donaciones humildes pero ganosas pues y francamente hay una cosa que nomás no me cuaja en todo este asunto.
El precio de los libros varía según circunstancias tan diversas como el color de ojos de quien me atiende, la fase de la luna, el tránsito de los planetas y/o vayan a saber qué más, el hecho es que no hay una base estable y lógica sobre la cual se establezca el monto de cada libro más allá que el OJO DE BUEN CUBERO!
Pensando siempre en los beneficios que otorga este bazar a personas necesitadas, nunca había querido expresar mi inconformidad con esta aleatoria forma de preciar los libros, pero, en ese estado de cruel desilusión en que me encontré al ver mi pilota de librazos reducida a 4 y con un tiempo restante de 5 segundos para escoger los que podía llevar, me decidí a dar mi punto de vista.
Siguió entonces un debate sobre si los libros en Inglés que no se venden tan rápido pero no "cualquiera" puede leer, se deben vender más caro aprovechando la "clara" e "inequívoca" relación entre el conocimiento del idioma gringo y la capacidad billetuda de quien osa pretender comprar dichos books, se me éxplicó que el sueldo, la renta y demás necesidades de las personas que laboran ahí y acuden al bazar en busca de apoyo dependía de éste aumento a los precios, se aceptó que no había un criterio unificado para poner precio a los libros y bla, bla, bla, bla, bla de cada una de las partes para no quedar en absolutamente NAAAAAADA!
Resultado: BAZAR 1- YO 0
Mi protesta dolorosísima fué dejar mis acariciados libros en manos de la cajera, al mismo tiempo que mis datos, los pedacitos de mi corazón y las lagrimitas que no derramé porque soy muy macha, digo hembra (no se me enojen compañeras feministas).
Todo esto puede sonar a un drama con esteroides y producto del sonambulismo de la que escribe, pero así tal cual lo sintió mi corazoncito y aunque me arrepiento de no haberme traído ni un librito y seguiré donando con gusto, a veces hay que sacrificar algo que deseamos, para ser congruentes con nosotros mismos.

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