miércoles, 13 de mayo de 2009

MADRES, MADRES, MADRES!


Creo que nunca había valorado tanto la labor de una madre y ama de casa como ahora que lo soy. ¡Lógico! Al parecer la mayoría de las veces necesitamos experimentar algo para comprenderlo y apreciarlo. Ahora que sé el esfuerzo que representa tener un hogar en condiciones de ser llamado como tal y que vivo la intensa y maestra experiencia de buscar eternamente el balance entre orbitar alrededor de las necesidades de mi hijo y atender las mías como mujer con el resto de roles que desempeño, juzgo menos y observo más.

Reflexiono a menudo acerca del feminismo, machismo, la maternidad, el parto respetado, nuestra sociedad y cultura y el cómo parece ser que crecer y vivir es desaprender y reaprender muchas de las cosas que aprendí para sobrevivir y transitar como ser social y adaptable dentro de las diversas y conjuntas sociedades en las que he crecido y vivo.

Antes idealizaba la maternidad como una meta, que una vez cruzada, modificaría de manera irreversible mi vida y mi identidad, ahora sé que es así, pero de una forma enteramente distinta, la maternidad no es una suerte de elíxir mágico que se toma y la transforma a uno de pronto, es más bien un viaje en el que voy aprendiendo a base de ensayo y error, de humildad, de respeto a los instintos y la intuición, de muchísimo amor y de rendición ante el hecho de que esa vida a la que me comprometí a guiar en su camino por este mundo, no es mía, no es una prolongación de mis sueños, deseos y miedos, no es mi obra, ni mi propiedad: mi hijo es de él mismo, es un ser nuevo y único, al que influenciaré obviamente, pero al que no deseo manipular, chantajear, ni coercer para intentar que sea quien yo creo debe ser. Eso es increíblemente difícil, porque aunque la idea del amor materno incondicional es preciosa, no es cierta. Ser madre no me ha hecho santa, divina ni celestial, sigo siendo la misma pero con más retos y experiencias.

Es tan fácil e inherente proyectar en nuestros hijos el bagaje que llevamos dentro e imponerles con nuestra "educación" nuestro universo...

Qué tarea tan compleja y qué desafío, el impulsar al hijo que amamos tan profundamente y de cuya formación nos sentimos enteramente responsables, a ser lo que nació para ser, cuando uno no lo ha logrado consigo misma.

Qué fuerza, qué autoestima, qué amor, qué valor y que sabiduría se necesitan para ser acompañante, guía, hogar de ese hijo y no usarlo como una bandera de orgullo maternal que ondeamos para sentirnos importantes y valiosas.

No hay recetas, se hace lo que se puede.

Pensando en mis figuras maternas, en mi madre principalmente por supuesto, sé, que aunque las palabras que me han dicho dejan huella, nada se inserta de manera tan poderosa en mi actuar pasado, presente y futuro, como los ejemplos positivos y no tan positivos que recibí de ellas.

Es por eso que el ser madre, me ha puesto como tarea urgente e impostergable, el reencuentro conmigo misma, el encararme todo lo que soy: las partes que me gustan y las que no, las que quiero ver y las que evado, las que aprecio y las que no he sabido reconocer. Es el tiempo de ser madre no sólo de mi peque, sino de mí misma y darme todo aquello que quisiera dar a mi hijo, con la esperanza de que los ejemplos que reciba de mí, lo fortalezcan y enriquezcan con la profundidad y permanencia que las palabras y consejos no pueden lograr.

Gracias a mis abuelas y bisabuelas, tías, amigas y maestras por las diversas experiencias de amor maternal que me han brindado, GRACIAS INFINITAS A MI MAMÁ POR SU AMOR, POR SU CRIANZA, POR SU RISA Y SU INOCENCIA, POR SU FUERZA Y SU VULNERABILIDAD, GRACIAS A MI HIJO POR DARME LA OPORTUNIDAD SAGRADA DE PARIRLO Y CRIARLO AMÁNDOLO PROFUNDAMENTE COMO LO AMO, GRACIAS A MI ESPOSO POR CAMINAR JUNTOS ESTE BELLO Y RICO CAMINO Y GRACIAS A MÍ POR TENER EL VALOR, LA DISPOSICIÓN Y EL AMOR PARA ANDARLO.

FELICIDADES (AUNQUE SEAN TARDÍAS) Y BENDICIONES PARA TODAS LAS MADRES DEL MUNDO!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

HERMOSO DEFINITIVAMENTE HERMOSO, DESDE LO PROFUNDO DE TU SER, POETICO, VERDADERO, AMOROSO, FUERTE, VERDAD. HA SIDO UN PLACER LEERLO Y TE FELICITO HERMOSISIMA MAMACITA-


leoncho