martes, 17 de febrero de 2009

Liberándome

Definitivamente me encuentro fuera de equilibrio, hay momentos durante el día en los que me siento con una impaciencia que raya en la agresividad, como un volcán listo para hacer erupción, llena de una energía que no he sabido expresar sanamente y que se encuentra enclaustrada y ansiosa por salir, en formas caóticas.
I´M IN RAGE!!!!!!!
Sé que no es cosa de días, sino de un hábito que llevo años cultivando y que no me hace bien. Toda mi vida he intentando complacer, ser linda y buena niña, comprensiva y madura, ocultando mucho de lo que quiero, pienso y siento por el temor de que mis actos y palabras lastimen a los demás, y en ese afán de sentirme aceptada, he terminado por fallarme a mí misma sintiéndome enojada y abandonada.
Es necesario llegar a un equilibrio entre expresarme amorosa, pero honestamente hacia los demás y el hacerlo ante mí misma, y ahí es donde necesito trabajar y mucho.
Habitualmente escribo en cuadernos lo que siento para desahogarme, pero hay temporadas en que no lo hago (con resultados negativos), pero incluso cuando sí lo escribo, llevo un cargo de conciencia, una actitud de culpa por expresar mi enojo abiertamente, sabiendo que en mi expresión estoy siendo a veces injusta, parcial y quizá hasta ofensiva.
Sin embargo, nadie tiene por qué leer mis escritos, no están hechos para ello, simplemente son un espacio para el desahogo que no lastiman a nadie y que conservan mi salud mental y emocional, así que debo darme ese permiso y abandonar de una vez por todas mi ilusorio y estúpido afán de ser justa, porque entre humanos la justicia es sencillamente imposible, ya que uno es incapaz de poseer y comprender toda la información necesaria para "juzgar" nuestros actos y los de los demás en forma siquiera cercana a la "justicia".
Así que uno de mis primeros actos de amor a mí misma es ser más tolerante con mi limitada capacidad de visión, expresión y discernimiento y expresarme lo mejor que puedo de manera sana y creativa, y, muy importantemente ABSOLUTAMENTE HONESTA (aunque cueste trabajo) porque me lo merezco y porque lo necesito para no convertirme en una mujer en estado caótico e iracundo.
Me aterra, pero ya es tiempo de soltar el cuerpo y fluir libre, de enojarme sin culpas y expresarlo en el momento para que no se quede en mí como disco rayado, de llorar abiertamente cuando me siento triste, conmovida, o simplemente lo necesito, y de pintar, tejer, dibujar, cantar y bailar sin pensar en la posibilidad de hacer el ridículo, o equivocarme o fracasar... Ser el vehículo de expresión de mi alma, vertir mis emociones y deseos, habitar mi cuerpo con verdadera atención, respeto, amor y alegría, y validar en cada acto el derecho que tengo a ocupar el espacio que lleno con mi presencia, desde que soy y existo.

No hay comentarios: