lunes, 5 de octubre de 2009

Tengo unos días sintiendo necesidad de cargarme de energía femenina. Afortunadamente tengo la fortuna de conocer y conectar con mujeres maravillosas vía internet, pero me falta ese contacto más cercano, extraño lo que es tener una amiga cercana, no sólo al corazón, sino en cuestión de distancias físicas.
Siempre me he sentido deseosa de modelos, no a imitar, sino en quienes inspirarse e iluminarse para ir proyectando la propia. Creo que de una forma u otra, todos logramos ser inspiración de alguien más, sólo que a veces no lo sabemos, y en realidad, parece que a las mujeres nos cuesta trabajo vernos con ojos de aprobación y orgullo perennes. Celebramos los que consideramos nuestros éxitos y pasamos por alto aquellas sencillas y cotidianas acciones que sin embargo van dotadas de riqueza, de amor y de significado que en ocasiones otros ojos sí valoran en contraposición con los nuestros.
Quizá por eso o por nuestra propia humanidad es que buscamos nuestro reflejo en los demás, pero a mí, últimamente lo que me maravilla constantemente es la riqueza en el género humano. La diversidad y las infinitas formas de expresión y de comunicación que hay en las personas, y eso me emociona profundamente.
Siempre ha estado ahí, pero puede ser que ahora yo esté más receptiva a ella. Me motiva ver cuan distintos son los modos de soltar nuestra voz y airear nuestros corazones y cómo en esa diversidad se sustenta y se destaca nuestra individualidad. Todos tenemos diferentes formas de hacer las cosas y cada una de ellas es única y rica en su unicidad.
Siento ese deseo de poder enlazar cada vez más con mi hermanas mujeres, no con todas, sino con las suficientes para hacer un círculo rico y colorido, en éstos meses pasados me he sentido cada vez más cercana y siento que hay razones importantes para ello, aunque aún no pueda precisarlas. He estado pensando con frecuencia en tantas mujeres que viven en condiciones que pueden considerarse inhumanas, desprovistas de derechos, de voz y de educación.
Reflexiono y siento angustia y deseo, necesidad de hacer algo...qué?, no sé, cómo?, tampoco. Pero la respuesta vendrá a su tiempo. Por lo pronto creo que lo que me ocupa ahora es la conciencia, abrir ojos, oídos y corazón para poder extender las manos cuando así se ocupe.
Yo no me considero generosa. Me avergüenza decirlo, pero son muchas más las veces que me contengo por razones enanas, que las que actúo conforme a mi sentir interno. Sé que eso cambiará, lo deseo y lo intuyo, sé que hay en mí lo necesario para dar aunque sea un poco y que ello le dará un mayor sentido a mi existencia.
Sé que mi posición es privilegiada porque tengo voz, tengo amor y tengo salud.




3 comentarios:

Jime... dijo...

Comparto tus palabras!
Cuando abrí el blog en julio de 2007 no sabia bien para qué... buscaba mas o menos lo que vos escribis aquí... increiblemente a traves del blog conocí mujeres y con muchas nos hicimos amigas, honrando nuestra femineidad sobre todo, compartiendo la espiritualidad y las recetas de cocina :)
Con muchas afortunadamente estamos dentro de todo cerca y podemos visitarnos al menos una vez al mes mas o menos y la verdad es enriquecedor... Deseo, de corazón, que logres encontrar ese circulo cercano.
Un abrazo grande!

Vanyvalu dijo...

Muchas gracias Jime, yo también lo deseo y estoy segura de que así será. Un abrazo!

Anónimo dijo...

tienes un Corazon de Estrella, Hermana. :)