jueves, 11 de noviembre de 2010

Los consejos de crianza que me hubiera gustado recibir...

Hoy mi aportación es en respuesta al CARNAVAL DE BLOGS DE EDUCACIÓN CONSCIENTE Y CRIANZA RESPETUOSA iniciado por Laura Mascaró, en su blog TARKUS KIDS.

LOS CONSEJOS DE CRIANZA QUE ME HUBIERA GUSTADO RECIBIR

Seguramente te pasó que, al embarazarte, todo mundo comenzó a regalarte consejos no pedidos sobre crianza... qué maravilla!, si tan sólo los consejos fueran hechos siempre desde el amor y la buena energía en lugar de surgir del miedo y la inconsciente repetición de mitos y paradigmas aprendidos.

Confieso que a raíz de mi embarazo y la lluvia de consejos y teorías deprimentes que recibí, decidí no hacer lo mismo de ahí en adelante, nada como experimentar el no poder cerrar oídos y conciencia a todo el miedo que la humanidad cargamos acerca de la vida, el nacimiento, la libertad y el amor, increíble o no?

Si me pongo en modo CONSCIENTE y pienso antes de hablar y actuar, de pronto caigo en cuenta de la cantidad de basura que hablamos en torno a nuestra maternidad y la crianza de nuestros hijos.... ¿por qué?
¿Será que no queremos salirnos del esquema común y hablar de lo mucho que se nutre nuestra alma cada vez que amamantamos a nuestros hijos y sentimos su manita acariciándonos y sus ojos brillantes viéndonos? ¿será que necesitamos ese vínculo momentáneo y "reconfortante" que nos provee el compartir nuestras "malas"experiencias en relación a nuestros hijos?, esas noches en que nos despertamos cada tres horas o la vez que gritó a voz de cuello una grosería en frente de toda la familia, los berrinches, su tozudez, su perenne no, etc.
Y sí, de pronto somos todas una sola madre hablando de lo mucho que nos hacen trabajar nuestros hijos, los modos en que nos quieren manipular, lo fácil que nos toman la medida, el cómo no debemos dejarnos para que el día de mañana no se nos salgan de control y una sarta de barbaridades que, si nos detenemos a analizar, tal pareciera que estamos refiriéndonos a algún enemigo del que debemos protegernos, so pena de perder algo importante.
En realidad, nuestros hijos nos enseñan de tantas y tan sabias maneras a soltar lo que ya no nos sirve dentro de nuestros modos de pensar, de actuar, de creer y de vivir, si tan sólo nos atrevemos y abrimos nuestras conciencias y corazones. Tremendo desafío.
De modo que ésta es la carta que hoy yo le entregaría a la Vanessa que se supo recién habitada por una alma además de la propia.


Querida Vanessa:
Te abrazo con ternura infinita y celebro el milagro que estás viviendo. Estoy aquí para decirte que hoy comienzas la tarea más sagrada de tu vida, sé que sabes que no será sencillo, pero quiero recordarte que la complejidad de esta labor es proporcional a la belleza de la misma.
Sé que a pesar de que habrá momentos difíciles y experiencias simples que en un momento dado te parecerán monumentales, saldrás adelante y siempre con un aprendizaje en mano.
Quizá te sorprenderá saber que en ésta inmensa tarea, de poco servirán los libros, ni los consejos (incluído éste), si no conectas contigo misma en lo profundo, con los sentidos abiertos y las emociones libres al mismo tiempo que escuchas y te permites sintonizar con el alma de tu hijo cada vez que sea necesario.
Ya sé lo que estás pensando, -Que es imposible que puedas estar conectada y atenta el 100% de las veces- y tienes razón, no te será posible hacerlo; pero felizmente ni a tí ni a tu hijo les será necesaria tal utopía.

En este andar que hoy comienzas, lo más importante, no, lo único importante es el amor y no me refiero exclusivamente al amor que sentirás de manera incontrolable y abrumadora por tu hijo, sino también del amor que siempre has deseado vivenciar de manera perenne, el amor incondicional.
Tendrás la magnífica oportunidad de vivenciar ese cliché de que no puedes dar lo que no tienes porque, sabes qué? Es cierto.
Puedes fingir que lo das, puedes intentar y esforzarte al máximo por hacerlo pero a fin de cuentas descubrirás que si no comienzas a sentir amor genuino por tí, por tu cuerpo, tu mente, tus emociones, tu ser entero, tu alma y tus vivencias, no podrás expresarle a tu hijo limpia y fluidamente, ese amor que quieres entregarle.
Y ahí es donde empieza la aventura más intensa, profunda y emocionante y sí...también compleja, porque esta relación que hoy empiezas, no es sólo con tu hijo, sino contigo misma.
Verte entera, completa y comenzar a separar y soltar lo que creías que era tuyo, pero no lo es y a incorporar e integrar, a expresar en tu vida, lo que sí te pertenece.

La maternidad te hará como nunca ser gozosa y dolorosamente consciente de tí misma, de tus límites y capacidades, para intentar trascenderlos, pero primordialmente, para aceptarte y AMARTE tal cual eres, a cada momento, a pesar de que a menudo te sientas tan lejana a tus expectativas.
Y te aseguro que habrán muchas ocasiones en que te sientas así ;) , mientras aprendes a desprenderte de esas falsas expectativas.

Tu hijo es lo más preciado que jamás hayas recibido, pero no es tuyo.
No intentes retenerlo, forzarlo, limitarlo ni adecuarlo a lo que crees que debe ser.
Si te permites verle y amarle a través de un profundo respeto por el ser divino, mágico y hermoso que ya es, que siempre ha sido y será, el amor fluirá entre ustedes limpio y vital. Pero no te culpes cuando falles, vuelve a intentarlo una y otra vez.

No te asustes cuando el enamoramiento pase y comiences a sentirte un poco fastidiada de levantarte tantas veces cada noche con los ojos bizcos de sueño, o de jugar a los mismos juegos vez tras vez, o de contar quince cuentos seguidos, o de cualquier otra nimiedad parecida.
Reconoce tus sentimientos, háblalos con tu hijo, lleguen a acuerdos, amar no significa sacrificar tus deseos por los del otro, así sea tu hijo, enséñale a través del ejemplo a encontra soluciones creativas en donde los deseos que parecían enfrentarse pueden coexistir y a seguir deseando y soñando, pidiendo y expresando agradecimiento por lo recibido.

No tengas miedo si de pronto sientes que no puedes con el paquete, que no naciste para ello, que es mucho más difícil de lo que creías y quieres renunciar...sólo estás cansada y quizá no te has dado el tiempo para valorar cada una de las pequeñas/inmensas labores de amor que a diario realizas. Detente y hazlo...respira, descansa.

No te culpes cuando pierdas la paciencia y alces la voz, repitas lo que te juraste jamás dirías cuando fueras madre y caigas en comportamientos que usualmente desapruebas....reconoce tu humanidad, tus esfuerzos, tus intentos y sabe que tu hijo aprende de tu ira también, no la reprimas, explícale lo que sentiste y pide disculpas, tu hijo entiende mucho más de lo que alguna vez imaginaste y olvida esos detalles sin importancia mucho más rápido que tú.

No te agobies por desear darle a tu hijo todo lo que quisieras que reciba, de una vez te digo: Es imposible.
Felizmente hay un sinfín de recursos y posibilidades para que tu hijo tenga todo aquello que merece, recuerda, no todo depende de tí.

Cuando comiences a sentir enojo porque no puedes hacer lo que deseas a cada momento dado y te frustres por sentirte confinada a una tarea que de momento sientes monótona y sin reconocimiento social, permítetelo, siéntelo y exprésalo a una amiga o por escrito, déjalo ahí para luego volver a él cuando ya te hayas calmado, reconoce qué es lo que tu ser te está pidiendo en lo profundo y busca maneras sanas de saciar esa necesidad.

Recuerda las veces que sean necesarias, que al criar a tu hijo estás haciendo la labor más importante y valiosa del mundo, que además, nunca antes habías sido tan consciente de tus pensamientos, sentimientos y acciones al mismo tiempo que de los de tu hijo, es natural que te sientas cansada y aún abrumada, apapáchate por todo lo logrado, vuelve a enfocarte en lo importante y en cuanto puedas regálate un momento (de esos que llaman egoístas) y disfrútalo!

Ténte paciencia, no te gastes intentando ser la mamá, mujer, esposa, artista y ama de casa "perfecta", suelta las ideas aprendidas de cómo "debes" ser y actuar... sólo son ideas.

Ésta, es la oportunidad idónea para centrarte en lo que verdaderamente nutre tu alma y sólo tú sabes que es a cada momento dado, pero te aseguro que jamás será la casa impecable, ni el niño "bien portado", ni el libro más excepcional, ni nada de eso.

Es al principio desconcertante, desafiante y después muy divertido, aprender como no existen lineamientos exactos ni infalibles para vivir, criar y ser.
Creías saberlo verdad?, pero en el fondo siempre deseabas que los hubiera.
Sé que siempre estarás buscando mejores maneras de criar a tu hijo leyendo, preguntando, escuchando, observando, intentando...

Sin embargo descubrirás que no hay una fórmula ideal preestablecida para criar exitosamente a tu hijo y que aunque a fin de cuentas las experiencias puedan parecerse tanto y los consejos adecuarse a muchas vivencias y sentires, esa diada que conforman tu hijo y tú, es absolutamente única y esa es una de sus riquezas.

Sé que esto te costará trabajo al principio pero....
Relájate!
Disfruta el viaje
Con tu hijo de la mano aprenderás, o quizá sólo recordarás, que la vida es este instante en que estás respirando, tu corazón latiendo, tu ser existiendo y que depende de tí disfrutarla.
¡Te amo!
Y aunque a veces lo dudes, tú tienes todas las respuestas en tu corazón si te detienes a escucharlas.


6 comentarios:

Cristina Romero dijo...

Ai Vanessa:) lo mismo digo yo ahora al leerte a ti...
Me dejas agradecida y pensando...
Nos apapacho a las dos!

Martha dijo...

¡¡Hola amiga bella!!!

Que carta más Hermosa, que delicia leerte la verdad coincido 100% contigo...

Ando un poco sensible y me has sacado una lagrimillas sinfff, será porque me siento totalmente idéntificada... Gracias por compartir tus palabras, tus sentires más profundos, tan acertados y tan reales.

Eres una Diosa amiga, una mami maravillosa, como te admiro... Gracias de verdad tú carta me llega en un momento justo...

Más adelante me dejas colgarla en mí blog?

Te quiero mucho y te abrazo desde la distancia..

Besos para ti y tú hermoso!!!

Vanyvalu dijo...

Gracias Cris, agradezco al universo del internet por enlazar con almas como la tuya.

Amiga hermosa, siempre te llevo en el pensamiento con deseos de bien y plenitud para tí, puedes poner la carta cuando quieras amiga, es tan tuya como mía, como de toda mamá que la encuentre en su corazón. Te quiero!

vampsax dijo...

Me ha parecido una carta muy sensible la que te remites a tí misma, cargada de poder y ternura.. al final todos buscamos el mismo consejo: dejarnos guiar por nuestro instinto.
Un beso Vanessa,
Ernesto.

Cristina dijo...

Hola guapa,acabo de descubrir tu blog y ya me tienes como seguidora,pasaré a menudo a leer tus preciosos escritos.Un abrazo!

Vanyvalu dijo...

Mil gracias Ernesto!
Gracias Cris, un abrazo!